§ Por Gabriel
Graus, director asociado Humano Comunicaciones
Con gran expectación se esperaban los resultados
del plebiscito efectuado el pasado 23 de junio en el Reino Unido para decidir
si continuaban o no formando parte de la Unión Europea, los que finalmente decretaron
la salida de Gran Bretaña del bloque contradiciendo todas las recomendaciones
de los especialistas sobre que la opción de permanencia era la más beneficiosa.
El día después mostró una población inglesa entre
desolada y perpleja, debido a que muchos de quienes votaron por la salida de la
UE no previeron sus consecuencias, y comenzaron a mostrar muestras de
arrepentimiento. Por otro lado, vino el desplome de las bolsas y negativos
pronósticos económicos, esto mientras una especie de parálisis invadía al resto
de los países europeos.
Pero al pasar los días, la calma volvió y el
suceso se comenzó a analizar en la perspectiva correcta, analizando
desaprensivamente los hechos y sus posibles consecuencias, volviendo la mayoría
de las bolsas a tener comportamientos más normales. Todo esto, debido a que
nada de lo resuelto en la isla es inmediato, ya que el proceso podría durar
incluso dos años o más, lapso en el que sin duda los actores analizaran todas y
cada una de las posibles soluciones, en conveniencia para todas las partes.
No obstante, aún está por verse si la plaza
bancaria, que es Londres en la actualidad, seguirá contando con la cantidad de
bancos europeos con que cuenta en este momento, ya que sin duda los banqueros
buscarán otras plazas, interesados no faltan, para que respondan a los
intereses comunitarios.
En tanto, la primera ministra Theresa May,
también comparada con Margaret Thatcher y quien se presenta como una mujer dura
y pragmática, tiene por delante una tarea nada de fácil pues debe garantizar la
estabilidad y seguridad del país, ya que la salida de Gran Bretaña de la Unión
Europea no significa que todas sus relaciones políticas, económicas y
diplomáticas con otros países de la región se hayan desmoronado, sino que
continúan con otras condiciones.
Hasta el momento, y mientras se gestan los
acuerdos para los nuevos escenarios, solo existen como ganadores los
especuladores, quienes no pierden oportunidad para aprovechar las turbulencias
a su favor, dejando en claro una vez más que cualquier sobre reacción solo
provoca temblores innecesarios que pueden afectar a los ciudadanos comunes y
corrientes. En Chile, en tanto, las especulaciones no hay afectado de sobre
manera la banca y el dólar ha permanecido estable, mientras que las inversiones
inferiores al 2% en la EU no han resultado hasta ahora motivo de preocupación.
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